martes, 13 de septiembre de 2011

El cine en 3D



Welcome back again, bueno en nuestro idioma sería algo así como "bienvenidos de nuevo", lo digo para aquellos que no tengan ni idea del inglés. En este capítulo de nuestro viaje a través del conocimiento nos paramos en el cine del futuro que lo podemos degustar en el presente. No es otro que las películas en tres dimensiones.

Podemos decir que los orígenes están entre 1890 y 1920, donde se hicieron diferentes pruebas de sistemas cinematrográficos en 3D, pero ninguno tuvo éxito por su complejo mecanismo. Los pioneros en esta nueva rama del cine fueron, principalmente, William Frieese-Greene, Frederick Eugene Ives, Edwin S. Porter y William E. Waden. En 1922 llegó la primera película en 3D, y fue en Los Ángeles. El productor Harry K. Fairall y el camarógrafo Robert F. Elder, utilizaron el método de la doble proyección a partir de dos tiras de celuloide, separando la imagen mediante los colores rojo y verde; donde cada color era captado sólo por uno de los ojos, mediante unas gafas con cristales rojo y verde. La película "The Power of Love" no tuvo ningún éxito pero fue el verdadero inicio del interés real por la cinematografía en 3D. Con la caída de Wall Street en 1929, el desarrollo del cine tridimensional se detuvo.

La Alemania Nazi ya utilizaba este formato de 3D para el Ministerio de Propaganda de Joseph Goebbels. Hubo que esperar hasta 1934. Año en que la Metro Golden Mayer presentó algunos cortos rodados en 3D y que tuvieron bastante éxito. En Europa, Louis Lumière presentó su famoso film “Llegada del tren” en un cine 3D, vuelta a rodar con una cámara estereoscópica. El cine tridimensional ya se había introducido en la sociedad. Lo que faltaba, era la llegada del color. Aunque todas las películas en 3D se rodaban en color, el paso a la separación en colores rojo y verde (anaglifo) hacía que los espectadores obtuvieran una imagen en blanco y negro. La llegada de los filtros polarizados patentados por Polaroid supuso un gran cambio, ya que no sólo era posible revelar las películas en color sino que se sustituía el uso de las gafas con cristales de color rojo y verde por otras con filtros polarizados de Polaroid. En los años sesenta hubo estrenos ocasionales de películas en 3D, pero fue Arch Oboler quien se encargaría de su nuevo resurgimiento creando el nuevo sistema Space-Vision 3D que imprimía dos imágenes superpuestas en una sola tira de película y que permitía utilizar un único proyector equipado con una lente especial.

En 1970, la marca Stereo-Vision desarrolló otro sistema, en el que las imágenes eran comprimidas una al lado de la otra sobre una misma tira de película de 35 mm y proyectadas mediante una lente anamórfica a través de filtros Polaroid. Con este sistema se eliminaba el peligro de la desincronización. En los años ochenta, el formato IMAX supuso un nuevo despegue del cine en 3D, pero no duró mucho tiempo. En los inicios del nuevo milenio, el director James Cameron dió nueva vida a este Sistema con la película ‘Ghosts of the Abyss’, el primer largometraje en editarse en formato 3D-IMAX en 2003.



The time of the new cinema has come and I like it...