sábado, 8 de abril de 2017

Blas de Lezo


"La vita è molto difficile" decía un humorista de la televisión española llamado José Mota. Bueno pues la vida de nuestro personaje en este nuevo capítulo del SDC podría calificarse de muy difícil. Mucha gente no conoce a un almirante que apodaban "medio hombre" y que se hizo inmortal en Cartagena de Indias con una jugada maestra digna de un genio naval y militar. Ladies and gentlemen: Don Blas de Lezo.


Blas de Lezo y Olavarrieta nació el 3 de febrero de 1689 en Pasajes, Guipúzcoa (España) y falleció en Nueva Granada, Cartagena de Indias (Colombia) el 7 de septiembre de 1741. Fue un almirante español, conocido por la singular estampa que le dieron sus numerosas heridas de guerra, considerado uno de los mejores estrategas de la historia de la Armada Española y famoso por dirigir, junto con el virrey Sebastián de Eslava, la defensa de Cartagena de Indias durante el asedio británico de 1741.


En dicho asedio, la flota británica sumaba 2000 cañones dispuestos en casi 180 barcos, entre navíos de tres puentes (8), navios de línea (28), fragatas (12), bombardas (2) y buques de transporte (130), y en torno a 30.000 combatientes entre marinos (15000), soldados (9000 regulares y 4000 milicianos norteamericanos) y esclavos negros macheteros de Jamaica (4000).


Las defensas de Cartagena incluían 3000 hombres entre tropa regular (unos 1780), milicianos (500), indios flecheros traídos del interior (600), más la cuantiosa marinería y tropa de desembarco de los 6 navíos de guerra de los que disponía la ciudad (150 hombres): el Galicia, que era la nave capitana, el San Felipe, el San Carlos, el África, el Dragón y el Conquistador.


Tras tomar algunas de las defensas de la ciudad, el asalto británico al castillo de San Felipe de Barajas, el último baluarte importante que la defendía, fracasó el 20 de abril; con gran parte de la tropa enferma, grandes bajas sufridas en los combates y la llegada de la época de lluvias, los británicos optaron por destruir las defensas a su alcance y abandonar el asedio. Las pérdidas británicas fueron graves...


Unos 4500 muertos, 6 barcos perdidos y entre 7 y 20 muy dañados. Estas últimas obligaron al Gobierno británico a concentrar sus fuerzas en la defensa de la metrópoli, el Atlántico septentrional y el Mediterráneo, y a desechar nuevas campañas en las colonias españolas en América. La derrota de Cartagena desbarató los planes británicos para la campaña y permitió que continuase el dominio español en la región durante varias décadas más.


Los ingleses, que contaban con la victoria, se habían precipitado a acuñar monedas y medallas para celebrarla. Dichas medallas decían en su anverso: "Los héroes británicos tomaron Cartagena el 1 de abril de 1741" y "El orgullo español humillado por Vernon". El 4 de abril, el día que los británicos habían comenzado el bombardeo sistemático del castillo de San Luis de Bocachica, uno de los que protegía la ciudad, una bala de cañón había impactado en la mesa del Galicia en torno a la que estaban reunidos los mandos españoles en junta de guerra.


Las astillas de la mesa hirieron en el muslo y en una mano a Lezo; la infección de estas heridas le acabó causando la muerte. La mala relación entre Lezo y el virrey Sebastián de Eslava, jefe de la plaza y responsable de su defensa, se agudizó una vez levantado el cerco británico. 


Lezo había abogado constantemente por adoptar medidas más ofensivas y por acosar al enemigo, mientras que Eslava había mantenido una actitud más prudente y defensiva, que para el marino pareció inactividad y desidia de la defensa. Lezo, cada vez más enfermo, apenas abandonó su residencia a partir del 20 de mayo y mantuvo una guerra epistolar con el virrey, tratando de defender su actuación durante el asedio, por la que el virrey llegó a solicitar y obtener el castigo del rey para el marino.


Lezo died four months after the siege was raised and a contemporary source indicates that the cause of death was epidemic typhus. The site of his grave is unknown...